Los huesos desnudos pelean con el fervor de la carne ardiente
A campo abierto, castigados con la inclemencia de la necedad humana
El viento sopla confundido,
duele y esperanza
Tan simple e inconmensurable,
Cómo decirlo? Cómo compartirlo?
La tierra clama paz pero la violencia brota de nuestros poros
Como perros de la calle, hambrientos y olvidados de todo,
buscamos las migajas de una fiesta que aún no termina
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