Las cosas simplemente son, con o sin nuestro consentimiento; verlas, aceptarlas, nombrarlas, ubicarlas acá o allá, sólo nos ayudan a ordenar el caos que es la multiplicidad de eventos que conforman nuestras vidas. Todo el significado que se esconde detrás de los títulos no es mas ni menos que nuestras proyecciones sobre eso, que al fin y al cabo no existen, han sido solo imaginadas.
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